La Perfección

Es curioso cómo pasa la vida sin darnos cuenta... de nada. Lo tenemos todo a nuestro alcance y nos empeñamos en ponernos las cosas difíciles, en establecer metas inalcanzables, en alcanzar la perfección... cuando la perfección no existe. Es una mera invención de la sociedad consumista en la que vivimos, porque además, ¿cómo puede ser la perfección tan cambiante? ¿Cómo puede la perfección depender de la época en la que vivimos si no es una mera ilusión de las personas y de las circunstancias del momento?

Si fuera posible bajar de esta veloz rueda giratoria en la que está sumida nuestra vida diariamente y poder observarlo todo desde fuera, seguro que nos escandalizaría nuestro ritmo de vida y nuestros objetivos, impuestos por nosotros mismos.

Si buscamos la palabra perfecto en el diccionario, esto es lo nos encontramos: que posee el grado máximo de una determinada cualidad o defecto. Y ahora yo pregunto: ¿cuál es el grado máximo? ¿Existe algún grado  que no sea superable por otro? ¿Y exactamente cúanto es un grado? 

Como veis, la perfección es inalcanzable, simplemente, porque ni siquiera se sabe lo que es de manera exacta. Por ello, no malgastéis vuestra vida intentando alcanzarla, pues es imposible. Después de todo, ¿cómo sabemos que algo es perfecto si no sabemos cuáles son sus defectos? ¿No son los defectos lo que hace que todo sea perfecto? 


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