Este fin de semana arreglé una bicicleta que tenía guardada de hacía bastante tiempo con la idea de hacer un recorrido que organizan todos los años por las calles del pueblo, sin embargo, cuando salí a la calle para probar si estaba bien arreglada, también comprobé mi poca forma física en cuanto a este deporte. Y es que es muy curioso cómo el cuerpo se adapta a un tipo de deporte y te crees que estás estupenda y luego resulta que en los demás eres pésima.
Esto me dio una idea (bueno, seguro que a casi todo el mundo se lo han dicho alguna vez, pero que, como casi nadie le ha hecho caso): realizar distintos tipos de deporte a la semana y así tu cuerpo no se acostumbra a ninguno de ellos a no ser que de verdad se esté poniendo en forma. De esta forma nuestro cuerpo no podrá engañarnos.
Pues bien, como ya dije que me aburro bastante corriendo, empecé a bailar con los juegos de la wii y me he apuntado a clases de salsa, pero eso es un único tipo de deporte, por lo que he decidido coger la bicicleta durante los días que no llueva. Sí, ya sé que cuesta mucho más trabajo que los otros deportes y que además el sillín es bastante incómodo, pero cuando veáis los beneficios seguro que lo veis con otros ojos.
El ciclismo, ya sea de montaña, de ciudad, o estático, es una excelente actividad cardiovascular y de las más completas. Sólo con 10 minutos de ejercicio ya mejora la musculatura, la circulación y las articulaciones, y a partir de 30 minutos ya se obtienen mejoras en el corazón (llegando a disminuir en un 50% el riesgo de infarto) y los pulmones. El ritmo cardíaco aumenta y la presión arterial disminuye. El colesterol malo (LDL) baja y sube el bueno (HDL). Mejora la tensión entre las vértebras al ejercitar los músculos de la espalda y hacer que estos actúen como muelles en lugar de ellas, previniendo la aparición de hernias discales. Las articulaciones no soportan grandes impactos y consiguen que obtener los nutrientes con mucha más facilidad, previniendo la artritis.
Por si todo esto fuera poco, lo que de verdad os va a convencer es lo siguiente: el ciclismo aumenta la funcionalidad de nuestro sistema inmune activando las células encargadas de acabar con las bacterias y células cancerosas, los fagocitos, entre otras cosas, por lo que a las personas con cáncer o SIDA se les recomienda que practiquen este deporte.
Por último, es un buen antidepresivo, ya que el cerebro se oxigena más y permite pensar con más claridad. Además se segregan endorfinas, las hormonas de la felicidad.
La siguiente tabla la he sacado de la página web:
DURACIÓN DEL EJERCICIO EFECTOCONSEGUIDO
10 minutos Mejora articular
20 minutos Refuerzo del sistema inmunitario
30 minutos Mejoras a nivel cardiovascular
40 minutos Aumento de la capacidad respiratoria
50 minutos Aceleración del metabolismo
60 minutos Control de peso, antiestrés y bienestar general.
Así que ya sabéis, como siempre ¡¡ÁNIMO Y ADELANTE!!
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